ENSAYO SOBRE LA LUCIDEZ

Esta obra podría considerarse la continuación del ensayo sobre la ceguera, en ambas y dado que Saramago es un escritor comprometido con la defensa de las causas injustas de la vida y ferviente defensor de la legalidad y la libertad, hará un cuestionamiento profundo de los pilares básicos de la sociedad y de la democracia.

En el ensayo sobre la ceguera nos relata la opresión de las fuerzas políticas sobre los ciudadanos, y en ensayo sobre la lucidez plantea un debate sobre el funcionamiento de la democracia en la que vivimos.

El relato gira en torno a la pregunta que se hace el autor sobre qué pasaría si en unas elecciones la mayoría de los ciudadanos sufragaran en blanco.

En una democracia imperfecta como la nuestra, donde la mayoría de nuestros líderes políticos no buscan el poder para mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos, ni para hacer una sociedad más justa y equitativa, sino que estamos frente a una minoría corrupta que solo vela por sus propios interés, los ciudadanos también de una manera irresponsable solo acuden al abstencionismo como forma de manifestar su descontento.

El autor nos muestra otra alternativa para que los ciudadanos exijan una explicación a los diferentes partidos políticos que se reparten el poder. No es con la indiferencia, no es declarándonos a políticos, no es demostrando total apatía con uno de nuestros derechos, o más bien con una de nuestras obligaciones constitucionales, como es la de elegir y ser elegidos, que vamos a cuestionar a nuestros dirigentes.

Aquí encontramos el voto en blanco, una alternativa efectiva de demostrar nuestro descontento, digo efectiva porque a diferencia del abstencionismo, que solo demuestra apatía y desinterés por la suerte del país y de sus instituciones, el voto en blanco es una efectiva participación de rechazo cuantificable, y que a pesar de no estar reglamentada por nuestro sistema electoral, si es una muestra clara de que la sociedad está descontenta.

Cuando los ciudadanos se manifiestan a través del voto en blanco están enviando un mensaje directo de rechazo a sus dirigentes y se está pidiendo un verdadero cambio de rumbo.

Cuando el ciudadano vota en blanco es por que a reflexionado sobre por qué votamos a una u otra opción política, cuando muchas veces ninguno de ellos atiende verdaderamente a nuestras necesidades sociales y económicas.

Votar en blanco es una opción más que tenemos los ciudadanos a la hora de votar, tan libre y soberana como votar por un  partido determinado, para presionar a nuestros gobernantes y forzar una actitud más social y moral del Estado.

En el sistema electoral Colombiano el voto en blanco se ha intentado clasificar como un voto antidemocrático, pero el elector que vota en blanco es sencillamente alguien que no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia y escoge esa manera de expresarlo, dándose hechos tan claros como en la elección del congreso andino, donde fueron superiores los votos en banco que los depositados por los candidatos en disputa, el ordenamiento electoral no tiene herramientas para atender fenómenos contundentes como este, razón por la cual en una eventual reforma de la política electoral del país, se tendrá que valorar en toda su magnitud manifestaciones claras de descontento como es el voto en blanco y se le tendrá que dar su importancia como una manifestación legitima  de la democracia.

La invitación es clara, hay que participar de la fiesta de la democracia, hay que dejar la apatía y demostrar que si estamos interesados y si nos preocupa en manos de quien están las instituciones y el futuro de las generaciones venideras, y si en los partidos políticos no encontramos los programas y personajes que satisfagan nuestras expectativas, tenemos como valido el voto en blanco, como una manifestación clara de la democracia.